Acrílico sobre tela, 60 x 60 cm.
En esta obra, incluso la aridez es fértil. Entre tonos que evocan sequedad y silencio, persiste la insinuación de un brote, la promesa de una flor que germina a contracorriente. Potencia latente es una meditación sobre aquello que, aunque oculto, ya está en proceso de nacer. Nos recuerda que la vida se gesta incluso en los territorios más inhóspitos, y que toda quietud esconde un movimiento por venir.